El hombre se transformó en un horrible y violento animal cuando entró en aquel edificio abandonado, distante apenas tres manzanas de su casa, Tuvo el tiempo justo para salir de su domicilio precipitadamente, llegando en el momento del inicio de la trasformación.
Todas las noches de viernes con luna llena su cuerpo se transformaba sufriendo unos terribles dolores, el estiramiento e hinchazón de los músculos, así como la deformación y agarrotamiento de algún hueso hacia que su cuerpo se convirtiera en un animal de aspecto feroz y sanguinario. Así mismo, su cabeza sufría una hinchazón cubriéndose de un espeso bello y sus manos y pies duplicaban su tamaño tras unos crujidos y dolores casi insoportables, asomando de las puntas de los dedos unas afiladas garras. Sus ojos, a la vez que se dilataban tomaban un color rojizo parecido a la misma sangre.
Robert temía la llegada de ese día, y ese viernes en concreto, algo lo hizo diferente a los demás. No obstante, conocedor de su problema puso la excusa de que ese fin de semana tendía que estar de viaje por motivos de una convención.
Ana, su esposa, había salido ese mismo viernes temprano con el propósito de visitar a Luisa, una prima enferma que vivía en el otro extremo de la ciudad, mencionando que pasaría también la noche con ella, ya que su marido se encontraba de viaje. Se quedaría para hacerla compañía y como era previsible ponerse las dos al día de todos los cotilleos sucedidos en los últimos meses. Este tipo de visitas lo hacía de vez en cuando. Las dos tenían muy buena relación al contrario que Robert que siempre había sido muy dejado y olvidadizo para los asuntos familiares, encargándose siempre Ana de todos los contactos que tenían. De hecho, Robert desconocía que Luisa, la prima, estuviera enferma.
Esa noche Robert permanecía escondido en una de las habitaciones del edificio abandonado. Había tardado más de una hora en realizar la transformación completa y estaba agotado. Cuando se decidió a salir de su escondrijo, en otra habitación cercana oyó unos susurros. Asomo lentamente por el quicio de la puerta observando en el interior una alcoba perfectamente montada, con una gran cama y algún que otro mueble, incluido un pequeño mueble bar.
Dos mujeres se encontraban tumbadas en la cama, desnudas gozando de la lujuria del sexo, fundidas una con otra en extraordinarios arrumacos y con excitantes movimientos disfrutando de lo que podría ser, una de sus mejores noches.
En un momento todo fue una batalla, las dos mujeres se defendían a duras penas y sus gritos de dolor y pánico pronto quedaron ahogados en su propia sangre tras sufrir cada una un horrible desgarro en el cuello. Momentos después, todo eran borbotones de sangre y trozos de cuerpo desmembrados por todas las partes de la habitación, incluidas paredes y techo. Fue un horripilante banquete cuyos restos dejarían sin habla al más valiente.
Cuando Robert al lunes siguiente llegó a casa, Ana no se encontraba allí y por mas que la llamó por teléfono no obtuvo ninguna respuesta. Llamó también a la prima Luisa sin obtener ninguna contestación. No dio demasiada importancia a esta ausencia.
Dos horas después una patrulla de la policía llegó a casa de Robert. Querían hacerle unas preguntas ya que habían encontrado el automóvil de Ana en un hueco de un edificio abandonado cerca de la casa llamando la atención de los agentes. Otra patrulla había quedado investigando en el interior del edificio ya que no constaba ninguna denuncio de robo del coche.
Poco después, mientras preguntaban a Robert, la patrulla recibió una llamada. Siguiendo un reguero de sangre, sus compañeros habían encontrado la habitación con el horrible espectáculo que había en el interior.
Robert, lógicamente no sabía nada, en sus transformaciones no quedaba en su memoria ni rastro alguno.
Hola! Como estas? Mi nombre es Carla Daniela, del taller de literautas. Con KMarce estamos intentando retomar el curso, si te interesa, podras enviarme un mail de contacto a mi casilla? avila.carlad@gmail.com
ResponderEliminarTe esperamos con muchas ansias!! Un saludo!